jueves, 27 de marzo de 2014

Humanos y Olivos

Un huerto de olivos, mediterráneo paraje, fue testigo de la última noche de Jesús. Todo lo que pasó allí, o nos cuentan, Mt 26,36-56, refleja la verdadera actitud humana en las atmósferas del miedo, la duda, la incertidumbre. Verdadera naturaleza humana. El hijo de Dios, humano, pide a su padre que le aparte ese cáliz amargo por el que ha de pasar. Quien no tenga miedo a la muerte, aunque la vida sea un "valle de lágrimas",según Fray Luis de León, mas le vale mirar dentro de si, y recular en su miedo, que es humano también.

La Oración en el Huerto se representa a menudo con un Jesús debajo de un olivo, colores de estatutos verdes o marrones, los colores de la tierra. De los campesinos.  Así se fundan la mayoría de estas cofradías, por campesinos y hortelanos, gente agradecida y dura. La semana santa,como todas las tradiciones medievales, y religiosas, tienen impronta gremial, y de agrupación. Una pincelada más de hermandad.

En Andalucía, y más concretamente, en Jaén, el olivo es fuente de esperanzas,trabajo, dinero, "polvo, niebla, viento, y sol" que dijo el amigo Labordeta. Allí se produce más aceite que en ningún país entero del mundo, saben de olivos, y por lo tanto, las procesiones, generalmente en martes o miércoles Santo, son para "El Huerto" un día especial.


Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?

No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.

Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.

Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?

Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.

No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.

Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.

¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos?

Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.

Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.

Amigos, decidme en el alma, quién,quién pudo escribir este texto de Miguel Hernández en aquel huerto junto a Jesús? Pudo escribirlo Judas Iscariote, el luchador, el rebelde, el humano? Pudo escribirlo Jesús?
¿Porqué despues de cenar en casa del de Arimatea se fueron al monte de los olivos? ¿Qué simboliza?
Este no es un blog pastoral, simplemente pasan las dudas, pasan y se las presento. El olivo, sus ramas, son símbolo de la paz. 

Me gusta el sutil vaivén de las hojas plateadas como saetas en un trono donde un Cristo con los brazos al cielo y rodillas al suelo dice "sácame de aquí" . Es símbolo también de las gentes del campo. La gente del campo tiene de patrón a San Isidro, tambíen se le pide a San Indalecio que interceda por ellos en Pentecostés, Idalecio era de Caspe, en la provincia de Zaragoza, enterrado desde el siglo XI en San Juan de la Peña,obispo de Almería, fijó su sede en Pechina, y de allí,cerca del mar porque nació en el mediterráneo, otro Indalecio, que trabaja en el campo, entre los olivos centenarios, en Jaén, y su familia de Zaragoza. Justísimo círculo. Pero éste no porta olivos en miércoles santo, sino Vera-cruces en jueves, y da igual lo que porte que lo hace de fe y cojones.  

Y es mi tío. 

Del que alguna vez hablo por aquí, y al que le dedico un poquito de rock del bueno.




                                         Vídeo de la cuenta de Viviane Rebello











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